Frecuencia: 20 a 30% en niños venezolanos, con tendencia a bajar por el amplio uso de antihelmínticos.
Agente etiológico: Trichuris trichuria (tricocéfalo).
Ciclo de vida: los huevos embrionados ingeridos liberan larvas en el intestino delgado, pasan al colon donde maduran durante meses o años y luego penetran e inflaman la mucosa mediante una lanceta. La copulación permite que cada hembra genere 3.000 a 7.000 huevos por día que se excretan en las heces. Unos 200 hpg significa parasitación leve, hasta 10.000 moderada y de allí en adelante, intensa.
Clínica: aquí también el grado de parasitismo permite observar cuadros que varían desde leves molestias gastrointestinales hasta aquellos con diarreas de tipo mucosanguinolento muy similares a los de la amebiasis aguda, los cuales pueden conducir, especialmente en niños desnutridos, a prolapso rectal muy propio y sugestivo de esta entidad y que a veces se traumatiza, sangra o se infecta. Sobre la mucosa prolapsada se observan casi siempre numerosos tricocéfalos.
Diagnóstico: presencia de huevos en las heces.
Tratamiento: el albendazol, de nuevo, es la droga de primera línea con altísimos índices de curación.
En casos de prolapso rectal se hace una limpieza con suero salino o agua hervida fría, reducción manual con guantes y luego se adosan los glúteos con esparadrapo.
Es necesario, además, mejorar las condiciones nutricionales del niño.
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